Un alto en Villa Extramuros

Portugal sigue ofreciendo bellísimos ejemplos de arquitectura blanca, si bien en este caso se trata de un proyecto a cargo de un estudio radicado en Barcelona, Vora Arquitectos. Remedo contemporáneo de las casas solariegas, Villa Extramuros se alza sobre una de las colinas que cubren, como si fuera oleaje, la región del Alentejo, a pocos kilómetros de la carretera que une Lisboa con Badajoz.

La fachada blanca, al casi carecer de aberturas, confiere al edificio un aspecto abstracto. Construido como residencia para sus propietarios y como hotel rural, el edificio dispone de dos grandes aberturas en la planta baja. Una conecta el campo de olivares con el comedor y la sala de estar; la otra sirve de entrada principal. Zona de recepción, cocina, comedor y sala de estar están dispuestas alrededor de un patio cuadrado, como en el claustro de un monasterio, lo que permite la entrada de luz en todas las partes del edificio. Una escalera exterior da acceso a la planta superior, dividida en cuatro volúmenes separados y de decoración austera. Cuatro habitaciones se distribuyen en dos de estos volúmenes, una suite principal ocupa el tercero y el cuarto contiene la vivienda de los propietarios. Encerrados en paredes forradas de corcho, los espacios al aire libre obtienen una visión panorámica del paisaje a través de aberturas horizontales en los muros exteriores.

Fotos: Adrià Goula y Alexandra Gempeler.