arquitectura y hogar

Esta granja era una ruina

Esta casa de campo italiana de 300 años la calcinó un incendio en 1995. La reconstrucción, llevada a cabo por el estudio Wespi de Meuron, le dio uso de vivienda residencial, con casa de invitados a un lado y piscina. La mampostería se restauró, mientras que toda la estructura de madera se puso nueva. Además, se tomaron medidas de seguridad en prevención de terremotos.

Su lenguaje arquitectónico es una combinación de lo antiguo y lo nuevo. El techo se rehabilitó a la manera tradicional, con vigas de madera y terracota, mientras que los pisos intermedios y las paredes interiores son de yeso blanco, color que tiene el suelo, con lo que la luz rebota y da sensación de amplitud. A su vez, los rayos del sol entran por las pequeñas rendijas que había antes. La pared de piedra original se ha mantenido en la fachada norte, que quedó hecha una ruina después del incendio y es, precisamente, los estragos de la ruina lo que más inspiró a los arquitectos, que se deja entrever gracias a unos arreglos constructivos de apariencia basta.

Rehabilitación

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