Cobertizo puesto al día

Esta intervención en una masía de la Garrotxa (Girona) de apariencia tan rompedora en realidad no lo es tanto. Su responsable, el estudio Hidalgo Hartmann, analizó los elementos que debía conservar, sus conexiones y la reordenación de los accesos para adecuarlo a un uso residencial.

El volumen anexo, que consta de planta baja y un piso, se puso a un lado para crear un vacío entre éste y la casa principal queactúa como acceso y distribuidor del conjunto de la masía. Se comunica con el exterior por sus dos extremos, uno al nivel de la planta baja y otro a través de un suave talud que permite la entrada de luz de mañana a tarde, con la posibilidad de atravesarlo como si de un camino se tratara. La nueva cabaña se concibió inspirándose en los cobertizos que los payeses construyen para almacenar leña y utensilios del campo, que además revisten con las chapas de los bidones de gasóleo, que es de lo que simula estar recubierto.