Bebiendo del florero

La diseñadora mexicana Pau Stephens se ha inspirado en los floreros tradicionales de su país para crear la colección Agua de Tierra, formada por vasijas de agua con un vaso integrado. Se trata de un nuevo diseño que respeta la forma original y la función: mantener el agua fresca.

Las vasijas están hechas en cerámica y se hacen mezclando moldes con procesos artesanales que aportan a cada una un significado y un trato especial. Los colores de las vasijas, distintas tonalidades de azul, recuerdan al agua de las playas del Caribe mexicano. Agua de Tierra toma su nombre, según cuenta su autora, del sabor que la cerámica le da al agua, «un sabor a tierra, como un día de lluvia, porque la pieza, con el fin de mantener el agua dulce fresca, no es vidriada». Disponible en cuatro colores diferentes.