Vegetación, clima y cliente

El arquitecto Jorge Hernández de la Garza diseñó la casa Los Amates en una zona turística del estado de Morelos, a 60 kilómetros al sur de Ciudad de México. La vegetación, el clima caliente del lugar y las necesidades del cliente determinaron el proyecto.

Una ligera plataforma pétrea despega la casa del terreno. En el primer nivel ligeros apoyos verticales y una cortina de vidrio logran un espacio libre en el área de sala comedor. Una detallada celosía de madera permite articular la recamara de visitas con el resto de los servicios de la casa y dota de calidez y textura al proyecto. Un esbelto plano de concreto, que se dobla en sí mismo, estructura y genera el espacio privado de la casa en planta alta. Un pasillo al aire libre funciona como mirador y enlace para comunicar cada uno de los espacios en este nivel. La doble altura en el salón y una ligera piel plegable de vidrio integran la casa en el contexto y permiten convertir el espacio exterior e interior en uno solo. La alberca complementa el programa naciendo de la plataforma y permite fundir el ambiente de la casa con su entorno natural.

Fotos: Paul Czitrom