Jugando con las apariencias

En una zona rural en el centro de Israel, el estudio Auerbach-Halevy ha diseñado una casa única, que a primera vista no parece una vivienda. El diseño es un bloque de hormigón de 9 metros de altura sin aberturas visibles en la entrada. Las dos fachadas laterales también parecen completamente opacas y sin embargo no están alienados de su entorno. Toda la estructura se cubre con un sistema uniforme de prefabricado de hormigón, paneles de exposición que se integran con celosías de madera pesada, que denotan la influencia de la cultura oriental.

El aspecto único de la vivienda expresa localidad, aunque se basa en fuerzas aparentemente contradictorias. La combinación de los elementos expuestos de hormigón con el enrejado de madera crea un lenguaje unificado y coherente, pero también produce complejidad. Además, los paneles de hormigón participan en el diseño de interiores, marcando el ritmo e influyendo hasta en los pequeños detalle como los estantes de la biblioteca.