Entre los cerros y la laguna

En el corazón del pueblo de San Juan Cósala, en la ribera de Chápala (México), La casa San Juan se emplaza entre la imponencia de los cerros por el norte y la tranquilidad de la laguna en el sur. Obra del estudio C3 Arquitectos, el proyecto se desarrolla sobre un terreno de 1.300 m2, envuelto en un contexto rural, donde no se encuentran edificaciones del tipo, características que hicieron aun más interesante el programa.

El programa del proyecto exigía los componentes elementales de una casa de campo para una familia tapatía encabezada por dos profesionales y dos hijos pre adolescentes y la solución a sus necesidades de esparcimiento y recreación cumpliendo con la premisa pre establecida de la seguridad. El cómo fue mucho más flexible, ya que desde un inicio hubo total empatía con los conceptos propuestos; se quería que fuera una casa que te hablara del lugar donde se encuentra a través de materiales y formas, pero con soluciones espaciales contemporáneas. La apertura de techos inclinados que convergen entre sí, la limpieza de líneas en los trazos de las cubiertas y los muros que no tocan los techos generando vanos con vistas a montañas, cielos y laguna generan una sensación única de interacción entre el usuario, la casa y el contexto. Desde la calle nos recibe una ceiba que despierta tus sentidos antes de pasar al patio de ingreso con cuatro naranjos que con una composición espacial simétrica, remata en una fuente de cantera custodiada por la celosía de ladrillos que vuelan desde un nivel superior dándonos la bienvenida a la casa. En el partido, un muro de piedra de la región divide en la planta baja, a los servicios de las áreas sociales, y en la planta alta a la recamara principal de las recamaras de los hijos, dándoles a cada espacio privacía y un carácter particular. La casa San Juan pretende ser un elemento transformador para el usuario que le promueva un esquema relajado, fácil y diferente, en donde atreverse a caminar en la lluvia, a leer en la fogata o a trabajar en la hortaliza sean constantes de un esquema que rompa con el estilo de vida de la ciudad.

Fotos: Ricardo Rodríguez