El hogar de las musas

La inspiración del escritor se esconde en esta cabaña diseñada, por el estudio de Joseph Cooper, en el interior del estado de Nueva York, un estudio pensado en exclusiva para trabajar. En planta solo hay sitio para el escritorio, una butaca de cuero negro y la pequeña cocina, además del cuarto de baño y una amplia chimenea. Fuera, el profundo bosque.

La fachada está revestida en cedro teñido de negro para absorber la luz solar durante los fríos inviernos y esconde una escalera para subir a la azotea en caso de bloqueo interior. Aunque será difícil que eso ocurra dada el cuidado que se ha puesto en tenerlo todo a punto para que las musas hagan su efecto. El crepitar del fuego, los ventanales hacia la arboleda, el empleo de madera de nogal para suelos, biblioteca, puertas y techos… Los rayos solares se filtras entre los árboles y, al rebotar contra el piso, emiten una cálida luz, combinada con el efecto que produce en la piedra pizarra, que decora algunos puntos. Con una pared de la ducha totalmente en vidrio y un plafón «lluvia», en el cuarto de baño se siente como estar al aire libre. Su drenajes están ocultos para que no haya prácticamente ninguna lectura de la ducha, excepto cuando está en uso.

Fotos: Elliott Kaufman.