Monumento tropical
Sobre un bloque de ladrillo de planta cuadrada se levanta otro de hormigón y rectangular en Sao Paulo (Brasil). La vivienda es una obra del arquitecto Guilherme Torres. A diferencia de la fachada opaca del primer piso, la del segundo se cubre de pantallas mashrabiya, traídas del Lejano Oriente por los portugueses. Hechas en madera, permiten que entre brisa y luz preservando la privacidad.
Esta monumental casa se destaca como un monolito. Columnas, enormes vanos y muros estratégicos crean exquisitos jardines que conforman un refugio para la joven pareja de propietarios y sus dos hijos pequeños. La decoración es tropical, alegre, con diseños de autores brasileños –Sérgio Rodrigues y Carlos Motta–, extranjeros como Tom Dixon y detalles como alfombras iraníes. La planta baja se divide en dos partes. Una abarca el salón y el comedor, mientras que la otra funciona como una caseta de la piscina, con un par de vestuarios y un comedor adicional. El piso superior encontramos cuatro dormitorios y una sala de estar.
Fotos: Denilson Machado
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