Alegre vuelta a casa

Pasaron seis meses hasta que el arquitecto Guilherme Torres conoció en persona a la pareja de clientes, brasileños residentes en Londres, que lo había contratado en São Paulo. “Todas nuestras reuniones eran a través de Skype, pero su cámara nunca funcionaba, así que apenas los vi”, dice el arquitecto. El proyecto, que inicialmente fue un trabajo de diseño interior, se convirtió en uno de arquitectura y Guilherme optó por convertir la residencia, de 1970, en una casa mucho más espaciosa y bien iluminado para vivir con tres hijos después de una década en Europa.

El propietario de la casa resultó ser un excelente diseñador, lo que hizo que el proceso fuese mucho más agradable y permitió al arquitecto sugerir una decoración realmente vibrante y colorida. Una gran armario multi-color lacado fue el punto de partida para el proyecto en su totalidad, el cual recorre las habitaciones, organiza la circulación y da a la casa un ambiente muy original. Otro punto a destacar del proyecto fue la revolución en el uso del espacio. El arquitecto decidió colocar los dormitorios de los niños y la sala de juegos en la planta baja, creando una sala de estar y una cocina en la planta sótano. Para sustituir el antiguo sótano húmedo se ha creó un salón rodeado de jardines y una piscina. La mesa del comedor, de hormigón armado, es un diseño del arquitecto, que contrasta con los mosaicos de la pared de azulejos. Todo el mobiliario fue comprado en Londres y traído de vuelta a Brasil cuando la familia volvió a casa.

Fotos: Denilson Machada