Líneas precisas

Pocas escuelas de arquitectura hay más audaces que la israelí, con múltiples soluciones para adaptarse al clima mediterráneo. En el caso de esta casa proyectada por el estudio Jacobs Yaniv en Tel Aviv, el interior y el exterior se integran de manera elegante y sencilla, con líneas muy precisas.

De planta rectangular y 250 m² de superficie, la casa está orientada norte-sur en su fachada más alargada para aprovechar mejor la luz, mientras que las corrientes de aire transitan de este a oeste. En las zonas comunes apenas hay obstáculos y las vigas de hormigón brutalistas responden en perpendicular a una prolongada biblioteca de madera, que como el resto de la vivienda, es de concepción muy simple. Los amplios ventanales corredizos permiten entrar y salir a sus moradores libremente y los tragaluces bañan de luz natural los espacios. El pequeño sótano incluye una habitación y un trastero.