Que circule el aire

En la isla dedicada al ocio de Sentosa, en Singapur, el estudio de Nicholas Burns completó esta lujosa vivienda concebida como un espacio flexible, con paredes intercambiables, pues está pensada para permitir una futura reconfiguración sin grandes complicaciones.

Los materiales empleados, teca reciclada, hormigón, piedra y acero, aportan en sí mismos elementos decorativos. La estructura de la casa está a la vista, creando un sensación de interconexión de todos los rincones al no presentar costuras. Adaptada al clima local, la pantalla de teca de la fachada hace que el hormigón proporcione una temperatura estable. Con el juego de ventanas, se potencia el efecto de ventilación cruzada, aprovechándose hasta la más mínima brisa. El jardín trasero utiliza especies locales, que prosperan con una intervención mínima, incluidas las que crecen en la pequeña isla de la piscina, que prefiere que la confundan con un estanque.

Fotos: Patrick Bingham-Hall