Pónganse a un lado

En un terreno de 12×13 metros en México Distrito Federal, el estudio de arquitectura Paul Cremoux Studio diseñó un volumen monolítico con espacios iluminados y claros. El contraste entre el material negro del exterior y la madera del interior transforman la experiencia espacial de esta casa.

El proyecto responde a la necesidad de introducir la máxima cantidad de luz natural, ya que el lote se encuentra rodeado de edificios altos y una orientación comprometida. Así, la construcción se aparta hacia el norte para lograr la mayor distancia con los vecinos  y permitir la entrada del sol. La zona social se encuentra en el primer piso; es una terraza amplia que contiene un pequeño estudio y un jardín vertical. La mayoría de las vistas se dirigen hacia el sur, donde se encuentran las plantas, única vía de establecer un vínculo natural trascendente, una vista relajante. La vegetación constituye un plano teatral, una cortina que produce la sensación de un posible espacio detrás de ella. La casa se encuentra equipada con una serie de sistemas pasivos de control de temperatura, como son chimeneas solares, producción de agua filtrada y baja dependencia energética. De esta manera se produce más oxígeno, humedad, agua limpia y nutrientes para el subsuelo de los que se generaban en el lote antes de su edificación.

Fotos: Héctor Armando Herrera y PCW